Envejecer es un proceso natural, la última oportunidad para encontrarnos a nosotros mismos y poder acercarse a la muerte con plenitud de vida. Los ancianos que he cuidado como enfermera, me han enseñado el camino, la jubilación es el estreno oficial, deseo lograrlo. Este es el reto.
domingo, 25 de octubre de 2020
Toque de queda
miércoles, 21 de octubre de 2020
Va de narices
He perdido la cuenta de los PCR que me han hecho, da la impresión que esta de moda darle vueltas al bastoncillo de marras, el último fue especialmente doloroso, creo que casi me llega el plástico a la oreja a través de la trompa de Eustaquio. No dije nada, pero el improperio que pensé aún lo tengo en la mente.
Quizás está fuera de lugar este escrito, pero el desánimo, la tristeza, los problemas de todo tipo que estamos viviendo requieren alguna sonrisa aunque sea banal y pasajera. Esta era mi intención.
martes, 13 de octubre de 2020
Ritual de despedida
Entre nosotros hay silencio. Es un espacio que se podría cortar con un cuchillo de denso que es. Ahora he entrado en su habitación. No esperábamos su muerte. Sí, estaba mal pero otras veces había estado más grave y allí estaba siempre cada mañana esperado el inhalador que le ayudaba a mejorar su disnea más o menos omnipresente en ella.
Está fría. Me despido de ella. Todo el personal está entrando. Es un rito que cada uno hace a su manera. Ahora me he fijado que una compañera antes de entrar se ha santiguado. Ninguno de nosotros habla de sus creencias personales pero días como hoy son presentes los rituales. Más de una vez, la tristeza ha hecho mella en mí, a veces el llorado delante de un cuerpo, en total soledad, en el silencio de la habitación que ha sido el último hogar. Un rostro más que se difuminara en los recuerdos pero esta mañana, durante el resto de la jornada, estará muy presente.
La Pandemia fue demoledora por las personas conocidas de años. Rostros que vimos difuminarse en un adiós final muy rápido, con fiebre, desaturación, un empeoramiento grave y sin posibilidades de mejoría, por más que se intentó.
Ningún cuidado los salvo... y aquí estamos otra vez. Esperando que no entre el Covid-19 a la residencia, tomando temperaturas, y vigilando las 24 h del día cualquier signo o síntoma sospechoso.Vendrán más despedidas, es inevitable. Por edad, por patologías crónicas graves.Es igual cuantos PCR nos hagan o hagamos, su fragilidad es enorme, ellos lo saben, las familias algunos si otros no tanto.
Huir sería fácil.Es mejor afrontar los hechos y hacer la mejor cura enfermera posible. No hay alternativa.
Imagen de Goran Horvat en Pixabay (rosa en la nieve)
lunes, 5 de octubre de 2020
Un humilde hongo me ha dado esperanza
Visita al WC. ¿Porque no los llevamos?
Dar un curso de geriatría en el Lloc de la Dona me ha recordado una cosa que siempre observaba. Sabiendo de sobras que poco podríamos ha...
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