El colectivo enfermero acabamos con el olfato hecho trizas. A mí personalmente me gustaría ponerme las pinzas que tengo para nadar en mis narices justo al empezar el turno cuando entro a las habitaciones. La imagen que daría no es correcta, lo sé, pero a veces daría lo que fuera por tenerlas.Hay días que los efluvios matutinos te dejan sin aliento.Ahora pienso que no es solo por la mañana, puedo ser obsequiada con aromas varios a cualquier hora. Aquí nadie se salva.
Pixabay (Mohamed Hassan)
La cura enfermera se basa en la observación. O sea que no tengo escapatoria posible. Lo descubrir el primer año de carrera. Creo que no he puesto tantas lavativas en mi vida como aquel mes en la unidad de cirugía digestiva del Hospital de Sant Pau.Domine y aún recuerdo, la cantidad de deposiciones distintas que pueden haber, sus características, sus colores, sus olores… Y todas ellas son determinantes para el diagnóstico y el posterior tratamiento.
Por esta razón debes verlas, aunque el olfato te diga que no entres y tus piernas no quieran moverse del portal de la habitación. Ser enfermera comporta saber disimular, aunque la arcada nos suba a la boca, la persona que cuidamos no lo notara.!Creo que seriamos grandes actores o actrices!. A lo mejor aún estoy a tiempo, nunca se sabe.
Entonces y ahora, me conmueve ver la fragilidad humana cuando estamos enfermos o no nos valemos. Siempre intento que la persona, su intimidad, su pudor, su vergüenza este en lo posible a resguardo. La sensación de perder el control de los esfínteres, depender de compresas, tener que llevar sondas vesicales por problemas prostáticos... No es fácil y aquí radica la esencia de la cura enfermera. La persona es vulnerable pero nosotros debemos hacer que no lo viva mal y resguardar su dignidad con respecto y tacto extremo.
Cuando la desmemoria llega, la persona no sabe que toca con sus manos, es igual que le digas que no se manipule, lo hará, no sabe reconocer la deposición y se puede llenar toda ella. Es duro. Pero es lo que pasa.
La cura enfermera ya lo he dicho antes, tiene una base primordial de observación.Los líquidos corporales son por lo tanto esenciales para un diagnóstico.Debemos visualizar, oler, tocar, analizar. La lista es larga: Heces, mucosidad de todos los colores del arco iris, esputos, flujos vaginales, orinas, secreciones por pene, vómitos, sangrados, exudados de catéteres, quistes que se revientan, heridas infectadas con profusión de olores y colores, ulceras vasculares que nunca se terminan de curar…
Si, las pinzas nasales me irían bien, solo que entonces seria un robot, no enfermera.