miércoles, 3 de junio de 2020

Pelo blanco o teñido. ¿Esta es la cuestión?



El cierre de peluquerías ha propiciado ver la realidad canosa de mi cabeza sin ningún tapujo, no han valido  ni spray tapa canas ni pasar de perfil para no verme en el  espejo cada mañana. Solo me alivia del drama ver que no he sido la única en padecer por mí look: mis compañeras enfundadas con las Epis, también sufrían por su  pelo que pedía  a gritos un tinte aunque solo fuera para sobrellevar mejor la realidad asistencial que vivíamos.

Por eso rabiaba de no ser presentadora de televisión o ministra de turno del gobierno súper ocupado por la Pandemia. Ellas siempre salían implacables en todas las imágenes que he vistos estos meses. Ser enfermera en una pandemia no es nada fashion.

Así que ahora que puedo ir a la pelú. Que podría teñirme de color naranja o azul, opto por dejar que salga el color blanquecido de las canas y mi cabeza parezca un campo de trigo bicolor (si es que existe en algún lugar un trigal así).

Alguien me ha dicho que es más económico, otra amiga que no perderé tiempo en la peluquería cada mes. Todo esto es verdad pero mi decisión es más profunda: He visto la muerte como nunca antes la había percibido.

Ver aquellas personas mayores que apreciabas entrar en el laberinto final sin darte tregua a dar una respuesta mínima de ayuda solo tratamiento paliativo. Las llamadas telefónicas a hijos o hijas que solo temían que les dijeras que nada podíamos hacer. Nunca en mi vida profesional me he sentido tan impotente, y esta realidad tan punzante humanamente me ha marcado. 

Envejecer es aceptar que el camino de la vida solo tiene un final lento a la oscuridad y al silencio. El cuerpo se va adaptando con pausas y señales a esta nueva situación. El pelo blanco es una de las formas externas que sintetiza muy bien esta travesía. 

Así que aquí estoy, orgullosa de mis canas, las cuidare con mimo. Ellas dan un signo inequívoco a mi rostro, es mi imagen y no me importa nada en absoluto llevarlas.¡Cosas de la Pandemia!

Imagen de ThuyHaBich en Pixabay 

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