Hay dos posibilidades: el síndrome de abstinencia por no hacer deporte estos meses es altísimo o bien los kilos de más que han provocado el confinamiento son de romper la báscula.Solo así entendería esta híper estimulación colectiva por andar, pasear, correr, ir en bici, hacer marcha nórdica, corredores de maratones que solo ellos cronometran…
Por las mañanas temprano pero sobre todo al caer la tarde, la carretera de Sant Cugat a Cerdanyola, parece un estadio atlético, sin medallas eso sí. Hay un fluir constante de atletas olímpicos vestidos de mil maneras distintas a ver cuál lleva el mejor estilismo. Supongo que esto también debe ser transcendental para salir a la calle y mover las piernas.
Da gusto observar el ambiente. Por la mañana la aglomeración es más escasa, supongo que mis horarios de trabajo también influyen a no ver toda la movida deportiva. Pero a las ocho de la tarde, cuando vuelvo de trabajar, el ambiente es de festival deportivo. Da ganas de aplaudir y corear bien alto alguna canción de ánimo al esforzado bebedor de cervezas que ahora intenta esconder barriga y michelines para ponerse a punto para la playa de la Barceloneta o alguna recóndita cala de la Costa Brava.
Será un verano sin dinero, sin excesivas ganas de movida internacional, para ir al recóndito paisaje de Tailandia, del año pasado. No tendremos turistas ni ejerceremos como tal. Se impondrán las chancletas en el balcón de casa, comiendo la sandía a media tarde para aliviar el calor, como nuestros abuelos.
Así pues una cosa buena ha dejado esta Pandemia si ha fomentado que andemos y nos cuidemos cada día, alguno lo hace andado a paso ligero, el de mas allá parece una tortuga, otros corriendo como galgo detrás de la liebre.
La marcha es indistinta pero refleja que todos hemos encontrado en falta la naturaleza, el sol, el viento a la cara, la lluvia que entela las gafas y te moja entera, el cansancio del ejercicio, la ducha reconfortante al llegar a casa.
A veces un confinamiento ayuda a descubrir que tu cuerpo tiene vida y solo nosotros se lo podemos dar.
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