El sol está declinando, me gusta esta hora del día, la luz mengua pero su brillantez aun no da espacio a las sombras de la noche, de este miedo atroz que paraliza personas, ciudades y países.
Esta mañana, un persona me ha expresado su aprensión a morir de una forma tan sincera que me he estremecido. No hace tanto que lo conozco, ni hay la confianza que da la amistad. Nuestra relación es puramente comercial por eso el comentario me ha llenado de perplejidad porque he comprendido que lo sentia de verdad.
El bichito de marras está cambiando el mundo. Nos estamos abriendo al otro, incluso a desconocidos para expresar que no queremos morir, que no aterra la enfermedad, sufrir dolor es algo impensable, no entra en nuestras perspectivas de vida.
Me he quedado sin respuesta. Podía decirle mucho pero he guardado silencio y ahora me arrepiento.
La vida es un tren que sale de una estación para ir a un final a veces lejano, otras veces rápido y veloz para llegar en un santiamén. Nadie puede frenarlo.
Nos gusta disfrutar del viaje, ver lugares exóticos, tener dinero, reír, sonreír, conocer personas, enamorarnos, querer y odiar poniendo el alma en ello. Ver crecer a los hijos, dejarlos que se vayan… pero no hacemos nada, ni personalmente y mucho menos como sociedad para irse preparado para aceptar la transitoriedad de la vida,
Estamos de paso en una envoltura corporal que más tarde a más temprano dará muestras de cansancio, de enfermedad, para llegar a la muerte física.
Este Coronavirus nos está encaminando a una pandemia que dejara muchas consecuencias. No diré las negativas, son sabidas o intuidas a medias, y me he propuesto no serlo. No puedo dar cabida en mi mente al miedo. Además me pondría en riesgo: ser enfermera comporta ser valiente, asumir los riesgos de la cura sin aprensión.
Esta tarde he sabido que una enfermera ha muerto en el País Vasco. El tren de la vida para ella ya ha llegado a la ultima etapa del viaje . Demasiado joven para morir, pero la muerte nunca ha respetado edad ni condición social . La tecnología, las redes sociales, nadie podrá vencer a la muerte, está en nuestra manos no tener miedo y hablar con esperanza del futuro porque mañana el sol volverá a salir por el este y al mediodía nos mostrara todo su poder.
No nos dejemos llevar por la negatividad, esta aun es peor que el Covid-19.
Es el mejor homenaje a nuestra compañera enfermera. Descanse en paz.
Pixabay imagen
Pixabay imagen
No hay comentarios:
Publicar un comentario